domingo, 20 de abril de 2025

Pals, las piedras que el tiempo no ha conseguido alterar

Situado sobre la colina de Mont Aspre y rodeado de naturaleza, Pals nos regala el mejor de los paisajes repleto de contrastes, luz y color en cualquier época del año. 

Cuando pasees por su recinto amurallado tendrás que pararte a contemplar las piedras que el tiempo no ha conseguido alterar,  observar a tu alrededor cada detalle mientras descubres rincones que esconden maravillas nueva s, sentir cada espacio al amparo de su muralla ...

¡No te lo pierdas!

CONTENIDOS DEL ARTÍCULO

¿Dónde está Pals?

Cómo llegar

Un paseo por el Casco Antiguo

El Barrio Judío y sus callejones encantados

La Playa de Pals y los campos de arroz

Rincones que conocimos:

📌 Ca la Pruna

📌 Plaza Major

📌 El Portal y calle Major

📌 Iglesia de Sant Pere

📌 Torre de las Horas

📌 Mirador Josep Plà

📌 Murallas y Castillo

📌 Torre d´en Ramonet

📌 Carrer de les Placetes

Gastronomía de Pals: Sabores de la costa Brava

Rutas de senderismo y cicloturismo

Short de la visita

Qué ver en los alrededores

Te puede interesar

¿Dónde está Pals?


Pals es un municipio español de la comarca del Bajo Ampurdán en la provincia de Gerona, Cataluña. Limita con los municipios de Torroella de Montgrí, Fontanillas, Palau Sator, Torrent, Regencós y Bagur.

Cómo llegar

Pals se encuentra a unos 40 minutos en coche de Girona y a unas 2 horas de Barcelona, lo que lo convierte en una opción perfecta para una visita desde la ciudad. Si no cuentas con coche, puedes llegar a Pals en autobús desde Palafrugell o en tren hasta la estación de Flaçà, y desde allí tomar un autobús.

Un paseo por el Casco Antiguo

El corazón de Pals es su casco antiguo, un laberinto de calles empedradas y casas de piedra que te transportan directamente a la Edad Media. Es un lugar ideal para perderse, explorando su arquitectura medieval, sus plazas tranquilas y sus vistas panorámicas. Entre los puntos más destacados de este hermoso casco antiguo se encuentra la Torre de las Horas, una antigua torre de vigilancia que ofrece unas vistas espectaculares del pueblo y sus alrededores. La torre, de casi 30 metros de altura, es uno de los símbolos de Pals y un lugar imprescindible para quienes visitan el pueblo.

En las cercanías de la torre, no te pierdas la Iglesia de Sant Pere, una iglesia románica del siglo XI que ha sido restaurada con mucho cariño, manteniendo su carácter original. La plaza Mayor, rodeada de edificios medievales, es el lugar perfecto para sentarse a disfrutar de una bebida en una de las terrazas y dejarse llevar por el ambiente tranquilo del pueblo.

El Barrio Judío y sus callejones encantados

Uno de los rincones más fascinantes de Pals es su antiguo barrio judío, conocido como el Call. Este pequeño y encantador barrio, con sus calles estrechas y empedradas, refleja la historia del pueblo como un importante centro comercial durante la Edad Media. Aquí, podrás descubrir algunos de los edificios más antiguos de Pals, además de disfrutar de la atmósfera única que se respira en cada rincón.

Los callejones del barrio judío son ideales para hacer una pausa y dejarse envolver por su tranquilidad y belleza. No olvides hacer una parada en el Mirador de la Torre de las Horas, donde podrás admirar las vistas al casco antiguo y a los campos de arroz que rodean el pueblo.

La Playa de Pals y los campos de arroz

Aunque Pals es famoso por su patrimonio medieval, también cuenta con una de las mejores playas de la Costa Brava. La Playa de Pals se extiende a lo largo de varios kilómetros, con arena dorada y aguas cristalinas, y está rodeada de dunas y pinos que aportan una sensación de tranquilidad. Además, es un lugar perfecto para practicar deportes acuáticos como el windsurf o el kitesurf.

No muy lejos de la playa, se encuentran los campos de arroz que han sido parte de la identidad de Pals durante siglos. En temporada de cultivo, puedes pasear por los caminos que rodean los campos y disfrutar de la calma que transmite este paisaje agrícola, que en otoño se tiñe de dorado. Estos campos no solo son bonitos, sino que también contribuyen a la gastronomía local, siendo la arroz de Pals un producto tradicional de la región.

Rincones que conocimos


Paseando por las callejuelas empedradas de esta bonita villa medieval,  sorprende la luz de colores ocres y dorados que se reflejan en la piedra arenisca de los edificios. A nuestro paso nos reciben la Plaça Major, las torres visigóticas, la iglesia, el castillo, la torre de las horas, la muralla,… Sumergidos en el medievo, llegamos al Mirador Josep Pla donde nos envuelve la magia que desprenden la belleza y sobriedad de la llanura ampurdanesa presidida por  el macizo del Montgrí con las Illes Medes al fondo.

Estacionamos el vehículo en el parking del Carrer de la Mona,  y desde aquí iniciamos nuestra visita.

Ca la Pruna

El primer punto de interés que nos encontramos junto al parking es este edificio fortificado de estilo gótico que data del siglo XVI.

En su momento esta masía fue adquirida por el Ayuntamiento de Pals y en la actualidad acoge la exposición permanente Viure a pagès/ Vivir en el campo donde se exponen gran cantidad de  herramientas relacionadas con el mundo agrario.

Plaza Major

Por el carrer de la Creu llegamos hasta la Plaza Mayor que, junto con el portal gótico constituye la entrada al recinto de Pals.

En la plaza podemos ver edificios singulares como el actual Ayuntamiento o el Ayuntamiento viejo reconvertido en la Oficina de Turismo.

El Portal del Sol y Calle Major

El Portal comunica la plaza Major con la Iglesia y el antiguo castillo por la calle Major. En la llave de dovela del portal  se puede ver esculpido el escudo de la villa junto al año 1744 en relieve. Curiosamente, aún se conservan los quicios y los agujeros para las trancas de la antigua puerta.



Una vez atravesado el portal, continuamos por esta calle en la que destaca su entramado de arcos y casas de piedra adornadas con tupidas enredaderas.

Iglesia del Sant Pere

La calle Major nos lleva hasta la Iglesia gótica de Sant Pere, del Siglo XV, y que fue construida con piedra procedente del antiguo castillo de Pals.

Su fachada de estilo barroco conserva todavía los restos de un templo anterior, del siglo XII, lo que la convierte en un importante testimonio histórico.

Torre d´en Ramonet

Situada frente a la iglesia está la Torre de Ramonet, una de las mejor conservadas hecha con sillares grandes y bien encuadrados. Tiene una altura de 8 metros y sus muras alcanzan el metro de espesor.

Torre de las Horas

En la calle de la Torre unas escaleras nos conducen hasta uno de los escasos restos del castillo, la Torre de las Horas, una torre románica de 15 metros de altura que fue construida entre los siglos XI y XII. Su robusta y esbelta figura sobresale por encima de los tejados del casco antiguo e incluso puede verse desde las vecinas zonas del Bajo Ampurdán que rodean Pals.

Mirador Josep Plà

Llegamos hasta  Jaume Pi Figueres donde, en la Casa Museu Ca la Pruna, se encuentra el mirador que toma nombre del famoso escritor palafrugellense. Desde aquí la llanura ampurdanesa se nos presenta en todo su esplendor junto con el macizo del Montgrí y las Illes Medes de fondo.

Muralla y castillo

La primeras referencias de la muralla de Pals datan de siglo XII y, dos siglos después, en 1478, tras la guerra contra Joan II, murallas y castillo quedaron tan deteriorados que el monarca permitió el uso de las piedras del malparado castillo para rehacer las murallas y la iglesia de Sant Pere.

En Pals todavía se pueden ver fragmentos de muralla integrados entre algunas viviendas.

Carrer de les Placetes

Antes de terminar nuestra visita por Pals, no podemos dejar de ver esta calle donde las casas de piedra, algunas de ellas con balcones de hierro forjado y ventanas de madera, lo que le otorga un aire medieval auténtico. Además, las macetas de plantas cargadas de flores le dan un toque especial.

El nombre "Placetes" hace referencia a las pequeñas plazas o rincones que se encuentran a lo largo de la calle. Estas pequeñas plazas están rodeadas de edificios de piedra y están llenas de encanto, siendo perfectas para disfrutar del ambiente tranquilo de Pals.

Gastronomía de Pals: Sabores de la Costa Brava

La gastronomía de Pals es otro de sus grandes atractivos. El pueblo es famoso por su arroz de Pals, que se utiliza en platos tradicionales como el arroz caldoso o el arroz con bogavante, dos platos que no te puedes perder si eres amante de la buena comida. Los restaurantes del pueblo ofrecen una variedad de platos de la cocina catalana, donde los productos frescos del mar y la huerta local son los protagonistas.

Si eres fan de los productos artesanales, en Pals también encontrarás tiendas y mercados donde podrás comprar embutidos locales, quesos y aceite de oliva virgen extra, ideales para llevarte un trocito de la Costa Brava a casa.

Rutas de senderismo y cicloturismo

Para los amantes de la naturaleza, Pals ofrece varias rutas de senderismo y cicloturismo que te permitirán disfrutar de los hermosos paisajes de los alrededores. Una de las rutas más populares es la que conecta Pals con Peratallada, otro de los pueblos medievales más hermosos de la región. A lo largo del camino, podrás disfrutar de vistas espectaculares a los campos de arroz y las colinas cercanas.

Si prefieres recorrer la costa, la ruta de los miradores ofrece una caminata a través de un paisaje espectacular, donde podrás admirar el mar Mediterráneo y las calas cercanas.

Short de la visita

🎥 Aquí os dejo el vídeo de nuestro paseo por Pals


Qué ver en los alrededores

Los alrededores de Pals están llenos de lugares fascinantes para explorar, desde otros pueblos medievales hasta hermosos rincones naturales. Aquí te dejo algunas recomendaciones para que aproveches al máximo tu visita a esta parte de la Costa Brava:

1. Peratallada: Un Pueblo Medieval de Cuento

A tan solo 15 minutos en coche de Pals, Peratallada es otro de los pueblos medievales más bonitos de la región. Sus calles empedradas, sus muros de piedra y su impresionante castillo te transportarán directamente al pasado. No te pierdas su Plaza de la Vila, rodeada de edificios medievales, y la Iglesia de Sant Esteve. Además, el castillo, con su torre de homenaje, es uno de los puntos más fotografiados del pueblo. Peratallada es un lugar perfecto para pasear sin prisa y disfrutar de su ambiente tranquilo.

2. La Playa de L'Empordà y la Reserva Natural de las Islas Medas

A unos 20 minutos en coche de Pals, L'Estartit y su famosa playa de L'Empordà son ideales para quienes buscan relajarse junto al mar. Además, desde aquí puedes acceder a la Reserva Natural de las Islas Medas, un archipiélago frente a la costa que es un verdadero paraíso para los amantes del buceo. Las aguas cristalinas, la gran biodiversidad marina y las rutas en barco para avistamiento de fauna hacen de este lugar una experiencia única. Si prefieres algo más tranquilo, también puedes explorar las playas de la zona, como Cala Montgó.

3. Castell de Begur: Historia y Vistas Panorámicas

A tan solo 10 minutos en coche de Pals, Begur es otro de los lugares imprescindibles de la Costa Brava. Puedes visitar el Castillo de Begur, una fortaleza medieval situada en lo alto de una colina, que ofrece unas vistas panorámicas espectaculares de la costa y los alrededores. El pueblo de Begur es también conocido por sus calles empedradas, sus casas de época y su ambiente acogedor, perfecto para pasear y disfrutar de una comida típica.

4. La Ruta de los Miradores de la Costa Brava


Si te gustan las caminatas y las vistas impresionantes, la Ruta de los Miradores es una de las mejores opciones para explorar los alrededores de Pals. Esta ruta conecta varios puntos de la Costa Brava, como BegurTamariu y Llafranc, ofreciendo vistas espectaculares al mar Mediterráneo y a los acantilados de la zona. Es ideal para una excursión de senderismo que te permita disfrutar de la belleza natural de la región.

5. Las Calas de Aiguablava y Sa Tuna

Si eres amante de las playas tranquilas y las calas escondidas, a unos 10-15 minutos en coche de Pals se encuentran dos de las calas más famosas de la Costa Brava: Aiguablava y Sa Tuna. Aiguablava es conocida por sus aguas turquesas y su arena fina, siendo un lugar ideal para nadar o practicar deportes acuáticos. Sa Tuna, un pequeño y pintoresco pueblo de pescadores, tiene una cala más tranquila, rodeada de acantilados y casas blancas que parecen sacadas de un cuadro.

6. La Cova d’en Daina

A solo 20 minutos en coche de Pals, cerca de Romanyà de la Selva, puedes visitar la Cova d'en Daina, una cueva prehistórica que alberga un megalito funerario de más de 4.000 años de antigüedad. Este monumento megalítico es uno de los más importantes de la región, y su visita te permitirá sumergirte en la historia prehistórica de la Costa Brava.

7. La Ciudad de Girona

Si dispones de más tiempo, Girona se encuentra a solo 40 minutos en coche de Pals y es una ciudad llena de historia y encanto. Su casco antiguo es una maravilla, con calles medievales, la Catedral de Girona (con su famosa escalinata), el antiguo barrio judío (El Call), y los impresionantes puentes sobre el río Onyar. Además, Girona es famosa por sus murallas medievales, que ofrecen unas vistas espectaculares de la ciudad.

8. El Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa

Si te apasiona la naturaleza, un poco más lejos (a unos 90 minutos en coche de Pals), encontrarás el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Este parque es famoso por sus paisajes volcánicos, sus bosques de hayas y sus pueblos medievales, como Olot. Es una excelente opción para los amantes del senderismo y la naturaleza, con rutas que te llevarán a través de valles, bosques y formaciones volcánicas.

9. Cadaqués y el Parque Natural de Cap de Creus

A unas dos horas en coche de Pals, Cadaqués es uno de los pueblos más bonitos y con más historia de la Costa Brava. Famoso por haber sido el hogar de Salvador Dalí, Cadaqués tiene un encanto especial, con sus casas blancas y su pintoresco puerto. Desde aquí, puedes explorar el Parque Natural de Cap de Creus, una de las zonas más impresionantes de la Costa Brava, con paisajes agrestes, acantilados y calas escondidas.

10. La Ruta de los Castillos del Baix Empordà

Para los amantes de la historia y la arquitectura, la Ruta de los Castillos del Baix Empordà es una excelente opción. Esta ruta te llevará a través de algunos de los castillos más emblemáticos de la región, como el Castillo de Púbol, que perteneció a Salvador Dalí, o el Castillo de Castell de Montesquiu. Cada uno de estos castillos tiene su propio encanto y cuenta historias fascinantes sobre la historia de la región.


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