Tierra y mar se unen en este municipio para ofrecer magníficos paisajes y ofrecer posibilidades múltiples de disfrute conjugando recursos naturales, culturales y patrimoniales.
Vídeo introductorio
Un poco de información
Castropol recibió el Premio Príncipe de Asturias en el año 1997 al Pueblo Ejemplar.
Situada en un montículo que forma una península a 10 m de altitud, esta tranquila y acogedora villa posee un encanto especial con sus viviendas blancas, palacetes y casas de indianos apiñadas en torno a la iglesia De Santiago y sus empedradas calles asomando a la ría del Eo. Su casco histórico fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2004.
Mención especial merece la Ría del Eo declarada Reserva de la Biosfera por tratarse de uno de los estuarios mejor conservados de España. A lo largo de sus 14 km de recorrido tierra adentro, nos ofrece un especial atractivo paisajístico, geológico y ecológico.
Todo su conjunto está catalogado como zona húmeda de importancia internacional para las aves acuáticas.
Sitios de interés
Capilla de Santa María del Campo
Levantada en 1461 en el antiguo Campo de Tablado, es el edificio más antiguo de la Villa pues se trata de la única construción que resistió el incendio de 1587 que devastó Castropol.
Iglesia Parroquial De Santiago
Localizamos esta iglesia en la plaza del ayuntamiento. Se trata de un templo de estilo barroco popular y fue construida sobre los restos de un antiguo hospital de peregrinos que se mantuvo activo hasta principios del siglo XIX.
La torre, añadida en el siglo XIX, domina toda la villa y su silueta destaca desde cualquier ángulo. Su cubierta es de pizarra y está con una aguja.
Palacio de las Cuatro Torres
Se trata de un palacio de estilo clásico y planta rectangular con aspecto de fortaleza propiedad de la familia Cancio. Tiene una torre en cada una de sus cuatro esquinas que rematan en pináculos piramidales.
Tras reformar la planta principal se levantó un mirador o gurugú con vistas a la ría del Eo.
Casa Palacio de Villa Rosita
Esta casa, construida en varias fases, comenzó siendo la Torre de Bermúdez, noble que combatió en los Tercios de Flandes. Fechada en el siglo XIV, fue ampliada en el s. XVIII y, ya en el siglo XX, fue reformada al gusto de la época por el indiano Enrique Vijande que la adquirió tras haber hecho fortuna en Puerto Rico.
Palacio de los Marqueses de Santa Cruz
Este edificio conocido también como Palacio de Montenegro, está situado en lo alto de Castropol. Fue construido en el siglo XVIII y habitado por diferentes propietarios entre los que cabe destacar al indiano Vicente Loriente Acevedo quien participó activamente en la política local y comarcal.
Su ubicación privilegiada le permite gozar de unas extraordinarias vistas sobre la ría del Eo y la cercana Ribadeo en la parte gallega.
Palacio Valledor
Este palacio del siglo XVI y estilo barroco inspirado en los pazos gallegos, tiene una capilla adosada que fue levantada dos siglos después. Es un edificio de dos pisos con forma de “U” de planta rectangular destacando en su fachada el portón circular y su soberbio escudo heráldico.
Parque de Vicente Loriente
Debe su nombre al ilustre Vicente Loriente benefactor primordial de la Villa de Castropol. Antes de convertirse en parque este espacio conocido como “la alameda” era lugar de encuentro de los vecinos del lugar y espacio de celebración de festejos.
Acompañado de la capilla de Santa María del Campo, el Quiosco de la Música y el Casino-Teatro, luce así desde el año 1911 coincidiendo con la inauguración de la estatua de Fernando Villaamil situada en el centro.
Monumento a Fernando Villaamil
Obra de Cipriano Folgueras y Doiztua, es un homenaje a este marino español diseñador del primer destructor de la historia y muerto heroicamente en la batalla naval de Santiago de Cuba en 1898.
Playa de Salías
Esta playa que encontramos muy cerca de la N-650 a su paso por la localidad de Castropol cuenta con un observatorio ornitologico y la presencia de varios "caleiros" (hornos de cal) en el mismo Turuyón.
Islote de El Turuyón
Si algo destaca en la playa de Salías son las formas rocosas que emergen al oeste en las bajamares y la inconfundible silueta del Islote de El Turuyón o Peñón de Salías, que da al conjunto un encanto inigualable de esta Reserva de la Biosfera.
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