Ortiguera u Ortigueira es un pequeño pueblo de pescadores perteneciente al municipio de Coaña con una bonita playa (Arnelles) y un pequeño puerto al que asoman las casas de los marineros enclavadas en la vertiente de un pequeño valle.
Aunque la ruta comienza en el parque donde se encuentra la Casa de la Cultura de Coaña, a la entrada de la localidad de Ortiguera, nosotros la iniciamos en el Faro San Angustín.
He dicho faro pero en realidad Ortiguera cuenta con la singularidad de tener dos ya que aún se conserva la antigua baliza que preside el cabo y que data de 1945. Este faro cuenta con una campana de hierro que se usaba como señal sonora en los días de mucha niebla. En este antiguo faro se reunían las mujeres a despedir a los marineros que salían a faenar.
Junto al faro conviven la capilla con su mismo nombre fundada en el siglo XVII por el gremio de pescadores y dos pequeñas plazas. Llama la atención en una de ellas un muro de losas verticales en las que aparece inscrita una plegaria en memoria de los pescadores de la localidad fallecidos en el mar.
Emprendemos el camino bordeando la costa hacia el este en dirección a la playa de Arnelles. Esta playa de arena cuenta con una longitud de 150 metros y se encuentra cercada por varios acantilados. Bajamos a la misma por unas cuidadas escaleras y subimos por el otro extremo llegando para dar con unos miradores que se asoman al Cantábrico y que nos ofrecen unas excelentes vistas del Cabo de San Agustín.
Continuamos por Fojos/Foxos y la carretera de Mohías hasta llegar a la Casa de la Cultura donde está el panel informativo de la ruta. En esta parte alta del pueblo se puede disfrutar de las edificaciones de arquitectura indiana, todas ellas con vistas al mar.
Giramos a la izquierda siguiendo las indicaciones de la ruta y llegamos hasta una bonita casa roja que era un restaurante ahora cerrado. Tomando el camino de la derecha bajamos hacia el puerto de Ortiguera. La tradición pesquera de este puerto se remonta varias generaciones atrás donde durante siglos practicaron la pesca de langostas y la caza de ballenas. Se trata de un puerto de gran belleza con su pequeño espigón, sus cristalinas aguas de fondo rocoso y los enormes paredones de piedra que lo encañonan.
Regresamos subiendo la cuesta de la carretera del Faro hasta llegar a la Iglesia de San Martín de Ortigueira. Tomamos unas instantáneas y retomamos carretera para dirigirnos en esta ocasión a nuestro punto de partida.
Pasamos por delante de La Quinta Jardón de cuya familia el descendiente más ilustre fue Fernando Jardón gran benefactor del pueblo. Sufragó la construcción de la escuela, el cementerio, una aduana en el puerto y el parque que está frente a la Quinta. Es precisamente en este parque donde los vecinos en su honor levantaron un busto obra del escultor Mariano Benlliure.
Todo lo que queda ya es continuar el trayecto hasta llegar al faro donde dejamos aparcado nuestro vehículo.
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