Ledesma es un municipio y localidad de la provincia de Salamanca, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Cuenta con un rico patrimonio arquitectónico y etnográfico fruto del paso por ella de musulmanes, romanos y portugueses. Es por ello que en 1975 la villa fue declarada conjunto histórico-artístico.
Sin embargo, el verdadero atractivo y encanto del lugar está en sus gentes. El tiempo que hemos estado paseando por allí, saludaban amablemente, daban conversación, e incluso se interesaron por mostrarnos detalles interesantes que pudieran pasarnos inadvertidos como el de esta roca con aspecto de calavera.
Los primeros asentamientos en esta zona podemos situarlos en el siglo VII a. C. en el Cerro de San Martín.
Durante la romanización, Ledesma adquiere importancia en Lusitania hasta que con la caída del Imperio Romano pasan a manos de los visigodos.
En el año 939, cuando Ramiro II de León arrebata la población a los musulmanes comienza la reconquista de Ledesma que se prolongará hasta 1161 año en el Fernande II de León dota de fuero propio a la Villa.
Los siglos XV y XVI son los de mayor auge y prosperidad de la Villa y las grandes familias nobiliarias se instalan dentro del recinto amurallado construyendo grandes palacetes góticos y renacentistas.
En el siglo XVII comienza una época de decadencia con un continuo empobrecimiento y debilitamiento al que se uniría un éxodo creciente por parte de la población en busca de mejores condiciones de vida. Esta situación se verá aliviada durante los reinados de Carlos III y Carlos IV y el desarrollo de una recién surgida burguesía.
Todos estos avatares históricos han hecho de Ledesma una Villa próspera y en continua remodelación poseedora de un importante patrimonio histórico, artístico, cultural, gastronómico y paisajístico.
Muralla y Castillo - Fortaleza de Ledesma
En tiempos del rey Fernando II de León se levantó la mayor parte de la muralla que en día rodeaba la villa casi en su totalidad.
Adosado a la muralla, el castillo fue levantado alejado del río con la intención de defender el espacio que la orografía dejaba completamente al descubierto.
Aunque el castillo desde sus orígenes siempre perteneció a la corona, con frecuencia era cedido a la nobleza hasta que finalmente pasó a manos de don Beltrán de la Cueva quien ostentó el título de Conde de Ledesma. Fue don Beltrán quien, en el siglo XV, otorga escudo a la villa como se puede apreciar en la puerta norte del edificio. Hasta el siglo XVIII la fortaleza siempre se mantuvo en manos de sus descendientes.
El castillo, propiedad del Ayuntamiento de Ledesma en la actualidad, fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1949.
La Puerta de S. Nicolás
En sus inicios la muralla contaba con ocho puertas, de las cuales solo se conserva una en la actualidad. Es la llamada Puerta de los Mártires, San Nicolás o Caldereros. Destacan en ella los dos arcos peraltados que la forman.
La leyenda cuenta que desde esta puerta, en plena dominación musulmana, el jefe de la Villa, Galofre, vio arder entre las llamas a su hijo Nicolás, tras haberle mandado degollar acusado de convertirse al cristianismo traicionando la ley islámica.
La Plaza de la Fortaleza
Esta plaza ajardinada que da acceso al castillo constituye uno de los tesoros escondidos de Ledesma. Bajo nuestros pies esconde una serie de subterráneos, conductos, cámaras abovedadas, polvorines... que constituirían las bodegas y canalizaciones de agua de un presunto palacio que mandaría edificar a finales del siglo XV, Francisco de la Cueva II.
El Verraco
Este verraco de granito al que ha sido amputada la cabeza, data del s. VII a. C. Fue hallado en 1957 durante la construcción de las escuelas en la parte meridional del castillo.
Se cuenta que en Ledesma había varios de estos verracos pero fueron arrojados al río hacia mediados del siglo XIX en un arrebato liberal del consistorio. Este identificaría el encadenamiento de los verracos con las medidas de Carlos V tras la Guerra de las Comunidades.
Menhir del Mirador
Se trata de un monolito de piedra granítica de forma cilíndrica e irregular de unos 2.50 metros. Hay quien ha querido identificar en él un gran símbolo fálico e incluso restos de escrituras rúnicas. Sin embargo, la autenticidad de este menhir ha sido muy discutida desde siempre ya que guarda bastante similitud con los mojones que eran utilizados antaño para marcar los limites entre propiedades agrícolas y ganaderas de la zona.
La Casa Consistorial
Con aspecto de fortificación, se trata de un gran edificio sólido situado en la Plaza Mayor. el actual edificio del Ayuntamiento de Ledesma fue construido en 1484 como sede de la Casa del Corregidor, San de Audiencias y Prisión Real.
En la segunda planta del edificio se encuentra la parte más interesante del conjunto con una balconada de cuatro arcos de medio punto que se apoyan sobre columnas dóricas. Las vidrieras son obra de José Delclaux y datan de 1889.
Palacio de Beltrán de la Cueva
Esta casona, propiedad de Conde y sus descendientes en la Plaza Mayor era utilizada por la familia para presenciar desde ella las corridas de toros, los autos sacramentales y las celebraciones religiosas que acontecían en este escenario.
Aquí residieron en 1464 Enrique IV y su familia ocho días antes de enfrentarse en Zamora a las tropas de su hermanastro, el infante don Alfonso.
En la margen izquierda de la casa se encuentra el gran Arco de los Roderos que comunica la Plaza Mayor con la Alhóndiga , y al otro lado el Palacio de los Roderos. Este edificio anexo a la propiedad del conde, servía de sede a los roderos, encargados de recaudar los impuestos en el amplio condado de Ledesma.
Hospital de San José
Será Andrés Nieto de Porres quien en el año 1722 encargue a Joaquín de Churriguera la construcción de un edificio que sustituyera al antiguo hospital de la Capilla de Gonzalo Rodríguez ubicado en otra localización. La construcción representa un buen ejemplo de la arquitectura civil correspondiente al primer neoclásico y a ambos lados podemos identificar los escudos de Ledesma y Nieto.
La alhóndiga
A este edificio de grandes dimensiones llegamos siguiendo la calle Beltrán de la Cueva. Fue fundado por el obispo de Útica, natural de Ledesma, Pedro de Campo en 1580 con el objetivo de ayudar a los más necesitados.
Casa de las almenas
La Casa de las Almenas, un edificio de planta rectangular con jardín y claustro posterior, fue edificada en los últimos años del siglo XV. En la fachada podemos identificar cuatro escudos pertenecientes a las familias nobles de la época: los Hidalgo, Rodríguez de Ledesma, Chaves, Velasco y Olivares.
Puente Viejo
Entrando en la villa a través de la carretera SA - 305 encontramos este puente sobre el río Tormes. Los restos más antiguos que se pueden observar a simple vista son del siglo XII y corresponden a su base románica.
Hasta el siglo XIX ostentó el honor de ser el puente más alto que cruzaba el río Tormes.
Decir, como dato curioso decir que hasta el año 1909 se tenía que pagar el derecho de pontazgo al Conde de Ledesma para poder cruzar. Es a partir de esta fecha cuando el ayuntamiento adquiere la propiedad del puente y derriba la torre de portazgo de la entrada donde se pagaba el impuesto.
Ermita de la Virgen del Carmen
Esta pequeña ermita cobija en su interior un pequeño retablo barroco de mediados del siglo XVII que acoge la imagen de la Virgen del Carmen, patrona de la localidad.
Del año 1912 es la ampliación que la dota de más capacidad y en la que se incluye en su parte posterior una pequeña sacristía.
Iglesia de Santa Elena
Se trata de un templo románico del siglo XII coincidiendo con la época de repoblación de estas tierras. Consta de una sola nave con una capilla mayor algo más elevada que el cuerpo del edificio y adosada a este está la sacristía que fue construida posteriormente.
En el interior de esta iglesia que cuenta con cuatro retablos destaca la impresionante talla de San Bartolomé de la escuela de Berruguete y que está fechada a mediados del siglo XVI.
Iglesia de Santa María la Mayor.
En la Plaza Mayor de Ledesma se encuentra esta iglesia de estilo gótico hispano-flamenco que fue edificada entre los siglos XV y principios de XVI sobre una construcción anterior.
Llama la atención su torre de tres cuerpos que fueron añadidos al inferior en distintas épocas. Desde aquí, por una bóveda de cañón apuntado se transita por la calle. El último de los cuerpos culmina con una balaustrada renacentista y espadaña barroca.
En su interior fue hallado el sepulcro de don Sancho, nieto de Alfonso X el Sabio.
ℹ️ Más información sobre Ledesma
Oficina de Turismo de Ledesma: http://www.turismoledesma.com/
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