lunes, 8 de mayo de 2023

Los mejores rincones de Baños de la Encina

En Jaén, al pie de Sierra Morena, dentro del entorno del Parque Natural de la Sierra de Andújar se encuentra Baños de la Encina.


Su núcleo urbano, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1969,  hay que recorrerlo caminando, sin prisa, deleitándonos con cada uno de sus bonitos y armoniosos rincones y una vez en él, entenderemos el porqué de tantos y merecidos reconociminentos al que hay que sumar el de ser uno del Pueblos más Bonitos de España.

Rincones bonitos de Baños de la Encina


Sierra de Andújar


Las colinas de encina surgen hasta donde alcanza a ver la vista en la Sierra de Andújar. Al descender aparece un terreno más accidentado que es el espacio que ocupa el carbón pizarroso, tesoro de los filones metalíferos y antiguo sustento de esta región. En su contacto con el Valle del Guadalquivir desemboca en islotes de arenisca que tradicionalmente eran empleados en las construcciones monumentales de los pueblos del Parque Natural.

Castillo de Burgalimar




Fue el califa Alhakén, hijo del rey Abserramán III quien mandó construir el castillo según se deduce de la transcripción de una lápida fundacional depositada en el Museo Arqueológico Nacional.

Según las crónicas de la época, el califa ordenó levantar varios recintos fortificados de idénticas características a lo largo de todo el camino que conducía de Sierra Morena hacia Córdoba, con el fin de alojar a sus tropas. Estas, esencialmente compuestas por mercenarios magrebíes, se dirigían hacia el Castillo de Gormaz, en Soria, para llevar a cabo incursiones militares contra los reinos cristianos. 

Los materiales de construcción son bastante elementales. La materia prima es una mezcla denominada tapial, similar al adobe, que está hecha a base de arcilla, arena, cal y piedra cruda, con la que se confeccionaron los ladrillos que finalmente irán superpuestos unos sobre otros.

La cal garantiza la robustez del edificio. Esta técnica responde a la necesidad básica de levantar con rapidez las fortificaciones, y explica el color específico del recinto, que oscila entre el pardo y el rojo. Sólo la torre del homenaje, más tardía, se construyó con otros métodos, siendo edificada en piedra con un estilo que se asemeja más al de las fortificaciones góticas.


Arco de los Benalúa


Tras visitar el castillo atravesamos esta portada, que en su día daba acceso al patio principal  de una de las caserías aceiteras del valle Conde de Benalúa. Estas caserías, durante los siglos XVII y XVIII, fueron protagonistas de la introducción extensiva e industrial del cultivo del olivar en la campiña de Baños de la Encina.

Iglesia de San Mateo

Aunque su cuerpo principal es gótico, la torre campanario que flanquea la entrada principal tiene acabados renacentistas, que algunos autores relacionan con Andrés de Vandelvira. A este momento artístico pertenece también la portada principal, o del Perdón.

Casona de los Molina de la Cerda


Esta casona es reflejo de la bonanza económica que vivió la ya villa de Baños de la Encina durante los siglos XVII y XVIII; también del estatus social, político y económico de la familia que lo construye. Los Molina de la Cerda fueron protagonistas de la gestión política que sentó las bases de la grandeza agronómica de estos años. 


Finalizada su construcción en 1724 (según queda reseñado bajo la cornisa), muestra una recia portada adintelada con decoración heráldica, flanqueada por columnas toscanas sobre pedestal que avanzan por delante de la fachada dando sensación de profundidad. A la derecha de la puerta podemos apreciar una basa de columna, bien labrada, que, según la tradición local, era utilizada para ayudarse los propietarios a subir a caballo. Anecdótico, pero interesante, es el desgaste producido en el tranco de la puerta, que permitía el paso de carros.

Ermita del Cristo del Llano


La Ermita del Cristo del Llano fue construida a finales del siglo XVII en la parte alta del pueblo sobre un antiguo descansadero de ganado. El edificio cuenta con una planta de cruz latina decorada con pinturas representativas del Evangelio.

Molino de Viento


Apurando la cota más elevada del Cerro de la Calera, se encarama este mastodonte de piedra llamado Molino del Santo Cristo. Se levanta en el paraje de "Buenos Aires", lugar hasta hace pocos lustros salpicado de innumerables eras de pan trillar que tenían al viento como buen aliado para aventar el grano. Este buen molino, al estilo manchego, con seguridad el más meridional de la Península de esta tipología -siglo XVIII-, consta del cuerpo de torre dividido en tres tramos: cuadra, camareta y sala de molienda.

Vídeo con los rincones bonitos de Baños de la Encina

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