La ruta de los Molinos de Folón y Picón transcurre por poco más de 3 km de senderos en los que el paisaje natural y el patrimonio etnográfico conviven en un armonioso equilibrio. La conjunción de estos dos elementos crea cuadros de gran belleza donde los molinos aparecen agrupados y alineados, en formación de cascada, aprovechando la pendiente de las laderas de A Groba. El conjunto está formado por un total de 67 molinos hidráulicos de los siglos XVII y XVIII y ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1998 por la Xunta de Galicia por su valor etnográfico.
Un poco de información
Folleto de la ruta
PR-G 94 Ruta dos Muiños do Folón e do Picón
El recorrido
Esta ruta de senderismo señalizada (PR-G 94) tiene un recorrido circular y parte del Ponte das Penas, donde se ubica la zona de recepción de visitantes y el aparcamiento, unas mesas con bancos y aseos de uso público.
Desde allí, la ruta puede comenzar en la cuesta del Picón (cuesta arriba) y bajar el Folón (cuesta abajo con tramos de escalones) hasta llegar nuevamente a la zona de recepción de visitantes. La otra opción es hacerlo en sentido contrario: partiendo del Folón (y tomando los tramos de escalones de subida) y bajando la parte del Picón.
Nosotros escogimos la primera opción pero antes de emprender la bajada tras visitar los molinos do Folón, volvimos sobre nuestros pasos. Aunque el camino es de dificultad baja según consta en todas partes, a mí este tramo final no me lo pareció tanto, me entró un ataque de vértigo o "mieditis" y preferí no correr riesgos.
Ponte das Penas
Salimos del área de recepción de visitantes (que estaba cerrado, por cierto) donde estacionamos el vehículo y tomamos dirección rumbo a los molinos de Picón.
Muiños do Picón
En el tramo inicial se puede observar la elevación que forma el Castro del Picón, yacimiento arqueológico que también forma parte del área declarada Bien de Interés Cultural (BIC).
En esta parte del recorrido podemos ver molinos con construcciones adjetivas (alboios, cortes) y también unas eras de buen tamaño.
Chan de Cereixeida e O Nivel
El Chan da Cereixeira es un interesante mirador al Valle del Rosal, a la desembocadura del Miño con el Monte Trega (en el municipio de A Guarda) y a Portugal. Al mismo tiempo, desde esta altura podemos ver, desde un nuevo punto de vista, el fuerte desnivel y las paredes rocosas del Folón.
En este punto de nuestra ruta, teníamos la opción de tomar un desvío de poco más de 500 metros de camino asfaltado que nos llevará a otro mirador: la ermita de San Martiño. Pero sevestaba haciendo tarde y no nos pareció buena idea.
Para la fiesta en honor al santo (11 de noviembre), este lugar acoge una concurrida romería y una procesión que, partiendo desde la Plaza del Calvario -situada en el centro del pueblo-, sube desde el Picón hasta llegar a la ermita y luego por el Folón.
Parte alta do Folón
La singular disposición de los molinos, a modo de cascada en la ladera, encuentra su mejor ejemplo en los últimos 22 del Folón, divididos en dos carreras. En este tramo del camino encontraremos escalones que comunican unas propiedades entre sí y nos ayudarán a salvar el desnivel. Estas veinte estructuras hidráulicas en el sector superior del Folón conforman un espectáculo visual único, fruto de la fusión entre estética y funcionalidad: su estudiada disposición permite aprovechar la fuerza del agua de un molino a otro. En las jambas y dinteles encontraremos grabados y fechas que hacen referencia a las épocas de construcción, ampliaciones o restauraciones. Cabe destacar el grabado de la fecha de 1715 en el molino número 16 o los símbolos cruciformes en el molino número 17.
Y una vez disfrutado de este natural espectáculo, como expliqué anteriormente y sin profundizar mucho en ello... Sí, decidí volver sobre mis pasos.
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