Conocida como la Península de la Paz, se encuentra rodeada de blancos arenales, entre los que destacan las bonitas playas de O Torno y Cubelas.
Pasear por San Cibrao y descubrir sus atractivos rincones es sumergirte en el conocido como Sendero Azul "O Torno" que te llevará al pasado de este lugar a través del Aserradero, las Fábricas de Salazón y las Carpinterías de Ribeira; te dejarás embrujar por los encantos de su Maruxaina (Sirena) y volverás al presente al escuchar el sonido de las olas rompiendo en el mar.
Rincones que no te puedes perder
El Faro y Mirador Punta Atalaia
Son dos faros los que podemos ver. El primero de ellos fue inaugurado en 1864 y es obra del ingeniero Marcelo Sanchez Novellán, el mismo que se encargó del Faro de Isla Coelleira. El segundo, del 1979, surge de la necesidad de tener un faro con más altura y alcance ya que el tráfico marítimo, a raíz de la entrada en funcionamiento de la factoría de aluminio, aumentó considerablemente.
Desde el Mirador de hierro y cristal, al lado de los faros, tenemos las vistas de los llamados Farallóns o Farillós, tres islotes que forman un pequeño archipiélago y que están incluidas en la Relación de Espacios Naturales.
El Puerto de San Ciprián
Este puerto que en la actualidad está formado por un muelle de ribera, es conocido por los lugareños como el Puerto de Arriba. Su actividad como puerto y fondeadero al abrigo del islote de Anxuela se remonta a muchos siglos atrás. También sabemos que sus astilleros eran famosos por las carabelas que allí se construían.
En el año 1930 se ve la necesidad de hacer un muelle-embarcadero cuyas obras concluyeron una década después. El espigón de 25 metros que le protege de los temporales responde a unas obras de mejora que se realizan en el 2003.
La capilla de San Ciprián
Se trata del primer lugar de culto de San Cibrao y del que se sabe que ya existía en el 1128. De esta época o incluso de antes, se conserva un pilón de piedra que probablemente se utilizaría para bautizar a los primeros católicos del lugar cuando el sacramento aún se hacía por el rito de la ablución.
Como consecuencia de las sucesivas reformas que tuvieron lugar en ella, el suelo tiene tres alturas diferentes. En la reforma del siglo XVIII se colocó un retablo rocoso con la imagen del santo patrón del pueblo, San Cibrao.
Ruinas de las Fábricas de Salazón y el aserradero de don Julián
En un rincón de la península donde más castigan las inclemencias meteorológicas, encontramos estas ruinas que antaño eran las fábricas donde se preparaban las sardinas para luego meterlas en barriles. El transporte lo hacían principalmente por mar y el destino solía ser el Levante español.
Uno de los métodos empleados (el gallego) consistía en descabezar el pescado y quitarle las vísceras pieza a pieza para, después, arrojarlo a unas pilas de sal donde permanecía aproximadamente 24 horas hasta alcanzar el grado de saturación óptimo. Las comercializaban sin prensar.
Por el contrario con el método catalán, además de no limpiar y salar las sardinas una a una, las prensaban; con ello soltaban la grasa sobrante que era aprovechada como combustible para iluminar la fábrica o como material de impermeabilización.
Playa de Cubelas
Las Dunas y la playa O Torno
En la zona más próxima al puerto están estas acumulaciones de arena que se forman diodo a la acción combinada del viento, la arena y la vegetación. El sistema dunar de la playa de O Torno ronda os 1000 metros cuadrados y en él destaca su flora y fauna.
La playa, rodeada de los edificios más modernos de San Ciprián, es la más grande de la localidad y su atractivo principal está en las maravillosas vistas del puerto con sus pequeñas embarcaciones y las islas de los Farallones que nos ofrece.
Llama la atención la mina submarina de la Segunda Guerra Mundial que el mar arrastró hasta aquí con una de las grandes mareas que acontecieron en el año 1965. Tuvo que ser desactivada y por petición de los habitantes de San Ciprián se quedó para siempre convertida en homenaje a la Armada.
A Maruxaina
De esta bonita sirenita cuentan que habita en un palacio submarino en las islas de los Farallóns rodeada de algas, corales, lámparas y percebes. En los días más desapacibles de lluvia y viento se deja ver majestuosa y dicharachera hilando con su huso sobre la roca.
Hay quien dice que es buena pues toca el cuerno y grita para avisar a los marineros de los temporales y peligros del mar; otros, en cambio, creen que esconde siniestras intenciones celosa de las mujeres de los marineros y de su felicidad.
Para aclarar esta controversia, el segundo sábado de agosto los pescadores deben traerla a tierra para ser juzgada. Si ha sido buena, se bailará con ella hasta el amanecer y si por el contrario ha sido mala, se quemará y terminará la fiesta.
La Maruxaina es obra del sancibrense Ánxel Cao Quelle.
El Museo Provincial do Mar
En este museo, uno de los más antiguos de Galicia con esta temática se puede ver la colección de objetos del maestro de escuela Francisco Rivera Casás gran apasionado del mar.
La Plaza dos Campos
En pleno corazón de San Ciprián, fue inaugurada en 2011y con el tiempo se ha convertido en el centro neurálgico de este pequeño pueblo de pescadores. En ella se celebran numerosas actividades como las fiestas patronales, A Maruxaina, el mercado y otras de carácter cultural y deportivo.
La Carpintería de Ribeira
La Ría de San Ciprián
Con la marea baja esta ría presenta una importante llanura arenosa que permite caminar por ella. Pasear por su entorno y contemplar los restos patrimoniales como la fábrica de salazón y el aserradero tampoco nos dejarán indiferentes.
El Parque Reina Sofía
Paralelo a la ría, por una parte del sendero transcurre este parque en el que destaca su cuidado césped, plantas y árboles.
El Puente Medieval de "O Bao"
Este puente de piedra, semejante al que construían los romanos, se levantó para que los animales y la gente pudieran pasar con la marea alta.
En una de las canterías del pilar de la margen derecha del río hay una serpiente grabada que se cree correspondería a la firma de alguno de los canteros.
Los Pasos
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