Asentado en el Valle del Lozoya, en pleno Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, encontramos este municipio de gran valor paisajístico que cuenta entre sus joyas más memorables con el monasterio de El Paular.
Un tranquilo y cómodo paseo nos llevó a conocer algunos de los rincones más interesantes de Rascafría siempre acompañados a nuestro paso del río que atraviesa su casco urbano. Aquí pajares y casas históricas conviven con otras construcciones más recientes en perfecta armonía y que ahora vamos a descubrir.
¡Empezamos!
Mapa del sitio
Cómo llegar a Rascafría
Para llegar hasta Rascafría existen varias alternativas dependiendo del medio de transporte que elijas:
En vehículo particular:
- Desde la A1 hasta Lozoyuela donde en el kilómetro 69 tomaremos la M-604.
- Desde Miraflores de la Sierra por la M-611, cruzando el puerto de la Morcuera.
- Por la M-601 hasta el Puerto de Navacerrada y el de los Cotos que está en la M-604.
- Desde Segovia, cruzando el Puerto de Navafría por la M-637 hasta Lozoya donde enlazamos con la M-604.
En transporte público:
- Desde la Plaza de Castilla de Madrid, tomando el autobús 194.
- Desde Buitrago del Lozoya, en el 194A
Lugares de interés
Siguiendo la ribera del río Artiñuelo vamos a explorar el Paseo Azul, una ruta urbana por las zonas más tranquilas y menos frecuentadas de Rascafría.
Monumento al hombre del campo
El Pilón
Siguiendo el curso del río pasamos frente al Pilón, una solitaria fuente que llama la atención en la amplia plaza donde se ubica. Parece ser que aquí estaba antiguamente el toril donde guardaban las reses en invierno de ahí que su forma recuerde el carácter ganadero de esta localidad cuando el pilón servía de abrevadero a los animales.
Plazas de España y de la Villa
Llegamos al centro de Rascafría, auténtico corazón y centro neurálgico del lugar donde se mezclan las distintas gentes independientemente del motivo que las lleva hasta allí.
En un amplio espacio coinciden ambas plazas. En la Plaza de España se encontraba la emblemática Olma Centenaria hoy desaparecida. La loma es un olmo especialmente grande y frondoso debajo del cual se celebraban antaño las asambleas vecinales pero tristemente una epidemia de grafiosis (hongo que ataca a estos árboles) ha acabado con la mayoría de ellos en Castilla.
La Plaza de la Villa es un espacio más moderno que cuenta con un templete y unas gradas que en la época estival se llena de gente dispuesta disfrutar de los distintos eventos que se programan.
Edificio del Ayuntamiento
En la Plaza de España se encuentra también la construcción más singular y llamativa de Rascafría que fue levantada a finales del siglo XX con marcado estilo neo-mudéjar sobre las ruinas del anterior Ayuntamiento.
En su fachada de ladrillo visto destaca el espadaña que alberga el reloj y el arco de medio punto de la campana. También llama la atención que, cuando desempeñó la función de escuela, los niños y niñas ocupaban espacios separados en diferentes bloques con el cuerpo central del edificio entre ambos.
Puente de Manola
Siguiendo con nuestro paseo, llegamos hasta este coqueto puente a modo de plazoleta donde Manola en forma de escultura de bronce nos da la bienvenida. Aquí unos bancos sobre el curso del arroyo invitan a sentarse y contemplar la exuberante naturaleza que se adentra en Rascafría.
Ruta de los Batanes
Salimos de Rascafría en dirección al Monasterio de El Paular y nos introducimos en un pequeño paseo que comunica ambos puntos a través de una agradable caminata cargada de estímulos e historia.
Punto de partida
Iniciamos el recorrido junto al antiguo cementerio de Rascafría y la ermita de San Sebastián, muy cerca del Centro de Información Turística.
Caminamos en todo momento paralelos a la carretera hacia Cotos al amparo de los fresnos y centenarios chopos, acompañados del sonido de las aguas del río Lozoya a su paso.
Abandonamos este camino para introducirnos en otro paralelo al ver la señalización que nos indica que en 1 kilómetro llegamos al Puente del Perdón.
Puente de las barandas
En el muro de piedra que precede a la entrada de este bonito y cuidado puente podemos leer lo siguiente:
"Puente de las Barandas, puerta de la mi huerta, muchos pasan por él, todos dejan su huella".
Finca de los Batanes
Tras atravesar el puente, a nuestra derecha nos encontramos con la Finca de los Batanes, uno de los cuarteles en que se dividían las propiedades de la Cartuja de Santa María de El Paular. que antaño perteneció al monasterio.
En la zona podemos ver algunos restos de los sistemas de conducción de agua que llegaban hasta el Molino donde con trapos de lino y restos de cáñamo se fabricaba el papel. El Paular surtía a la corte, a la iglesia par sus bulas y particulares y a impresores como Juan de la Cuesta de cuyo taller salió la primera edición del Quijote.
El Bosque de Finlandia
Nos introducimos ahora en un frondoso bosque de abetos, abedules y chopos que nos transporta sin salir de Madrid a tierras escandinavas.
Pasamos delante de este curioso "Hotel de Insectos y Abejas Silvestres" que alberga especies solitarias o sociales como avispas, arañas y hormigas, aunque sus principales huéspedes son las abejas y avispas ermitañas.
Puente del Perdón
Por último, llegamos al Puente del Perdón construido en sillería de granito en el año 1738 para hacer más cómodo y accesible el trayecto que llevaba desde el Monasterio al molino de papel de Los Batanes.
El nombre proviene de una antigua leyenda local según la cual aquí se revisaba la sentencia de los reos a su paso camino de la horca donde serían ejecutados.
Monasterio de Santa María de El Paular
Desde el Puente del Perdón vemos asomar el Monasterio de El Paular, joya de la arquitectura medieval y la primera cartuja de Castilla cuyos orígenes se remontan al año 1390.
Regresamos a Rascafría por el camino paralelo a la carretera y que también nos regala un bonito paisaje.
Track de la ruta
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Folleto Paseos por Rascafría y El Valle del Paular
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