En el último cañón que envuelve el río Vero, al pie de las sierras de Balcez y Olsón, se encuentra Alquézar. Al visitar esta villa cuya presencia se alza a 660 metros de altitud, enseguida se entiende porqué forma parte de la asociación de Los pueblos más bonitos de España y es que su impresionante paisaje de calizas, su majestuosa Colegiata, las vistas que nos regalan sus miradores, no dejan a nadie indiferente.
El trazado del casco urbano se ha ido adaptando a las curvas de nivel, al tiempo que se protegía de los rigores climáticos. Actualmente aún conserva la estructura y fisonomía medieval originaria cargada de sentido práctico y de misterio a partes iguales.
Al final del artículo dejo un mapa de localización para realizar andando con todos los rincones que destaco en el texto.
Rincones que no te puedes perder:
Colegiata Santa María la Mayor
Esta construcción del siglo IX d. C. es una colegiata-castillo levantada por Jalaf Ibn Rasid con el fin de impedir el avance de los reinos cristianos del norte.
La fortaleza se ubica en el punto más elevado de la población de Alquézar, coronando un abrupto escarpe rocoso entre las dos gargantas profundas talladas por el río Vero.
La actual colegiata se compone de dos espacios claramente diferenciados: por un lado, la iglesia que sustituye a la primitiva construcción románica; y por otro, el claustro, que fue ampliado con un segundo piso que hoy alberga el Museo de Arte Sacro.
Llama también la atención la torre central de la parte más alta de la muralla de Alquézar, conocida como el esconjuradero porque antaño se tenía la creencia de que las tormentas eran provocadas por las brujas y por lo tanto había que deshacer el conjuro. Esto se llevaba a cabo tocando las campanas e invocando a Santa Bárbara.
Plaza de Rafael Ayerbe o Plaza Mayor
Esta plaza constituye el corazón histórico y uno de los rincones con mayor atractivo de Alquézar. Nace como resultado de una comunidad de intereses planteada por los vecinos que deciden construir aquí una plaza porticada pero sin ningún criterio arquitectónico. El resultado es una plaza de formas irregulares, con soportales diferentes: unos son adintelados, otros poseen arcos de medio punto; en unos casos, algunos de ellos se apoyan sobre pilares mientras que otros lo hacen sobre columnas.
Sobre los soportales, se alzan las fachadas decoradas con balcones, aleros y blasones pero también de diferentes dimensiones y composición.
Se sabe que en el año 1528 Carlos V otorgó a Alquézar la licencia de celebrar un mercado semanal y una feria anual por lo que la plaza se convirtió en un espacio comercial que vino a dinamizar la cotidianidad de Alquézar. Los soportales servían de protección a los vecinos y sus productos ya que les permitían resguardarse del sol y de la lluvia sin necesidad de cesar la actividad mercantil.
Ermita de Nuestra Señora de las NievesDiscreta, sin llamar la atención, al resguardo de dos casas, se encuentra esta pequeña ermita, poco antes de llegar a la porticada Plaza Mayor.
En el siglo XVII, los canteros esculpieron su fachada siguiendo los cánones de la arquitectura religiosa popular. La puerta de acceso al templo es de arco de medio punto.
Como dato curioso, si nos fijamos en una antigua puerta en desuso que hay junto a la ermita, veremos una jamba donde hay grabadas las siluetas de dos zapatos. ¿Será que alguna vez aquí un olvidado zapatero ejerció su profesión?
Iglesia de San MiguelEsta iglesia de estilo barroco fue levantada en uno de los extremos de la localidad sobre un templo anterior a finales del siglo XVII.
Para poder hacer frente a los costes de la obra, se pedía limosna todos los domingos por las casas de la villa y se aceptaba todo tipo de donativo: dinero, pan, huevos; incluso los posos del aceite que se donaba cada año para la construcción, eran vendidos a un jabonero de Huesca.
La sobria decoración de su interior responde a que, durante la Guerra Civil española, la mayoría de los retablos y otros objetos litúrgicos fueron destruidos. Se mantiene el gran retablo mayor de estilo barroco.
Mirador Sonrisa al vientoPara obtener las mejores vistas panorámicas de Alquézar hay que acercarse a este mirador que se encuentra al pie de la carretera que llega a la localidad. También nos permitirá ver el último tramo del profundo cañón del río Vero.
La escultura a modo de mirador "Sonrisa del viento" nace en el año 1990 en un encuentro de escultores al aire libre que dejó otros testimonios artísticos en el casco urbano de la localidad.
Pasarelas del río Vero
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