Nos encontramos en la ciudad de Edfu, en la ribera occidental del Nilo, ante uno de los templos más grandes y mejor conservados de Egipto, con una longitud de 137 metros y una altura de 36 metros. Solo le supera en dimensiones el Templo de Karnak en Luxor.
Fue Ptolomeo XII, padre de la famosa Cleopatra, uno de los grandes artífices del templo aunque su construcción se inició un siglo y medio antes, en tiempos de Ptolomeo III. La obra duró 180 años y se llevó a cabo sobre unas ruinas mucho más antiguas que se remontan a Ramsés III.
En el año 391 d. C. al prohibirse el culto no cristiano por parte del Imperio Romano, quedó abandonado y muchos de los relieves tallados fueron incendiados por los cristianos que llegaron a dominar Egipto.
Permaneció sepultado bajo la arena y con casas construidas en la parte superior durante siglos hasta que en 1860, Auguste Mariette, emprendió las labores de rescate.
Qué ver dentro de este espectacular templo:
Entrada o Pilón del Templo de Horus
La entrada es una de las mejor conservadas de Egipto. Las enormes paredes de piedra arenisca están cubiertas de inmensos jeroglíficos que imitan la arquitectura de las épocas faraónicas anteriores.
Sala Hipetra o patio
Tras atravesar las puertas de 37 metros de altura nos espera el patio de entrada donde las paredes aparecen decoradas con relieves de Horus y Hathor y 32 columnas rematadas con capiteles de diseños florales y palmeras rodean el recinto.
La puerta de acceso al interior del templo está custodiada por Horus. Esta mole de granito negro porta la doble corona del Alto y Bajo Egipto.
Vestíbulo
Nos encontramos ahora en la parte más antigua del templo y de proporciones más pequeñas, con 12 columnas y dos salas: el Salón de la Consagración donde se vestían parara los rituales a la izquierda y, a la derecha, la biblioteca del templo.
El techo de esta estancia aparece quemado debido al incendio de todo vestigio religioso no cristiano del siglo IV.
Llegamos a la puerta que conduce a la siguiente sala y donde vemos un relieve de la barca solar guiada por dos figuras de Horus con cabeza de halcón.
Salón Hipóstilo
Aquí nos encontraremos de nuevo con dos hileras de columnas sobre las que descansa un techo repleto de relieves con motivos astronómicos y representaciones del cielo.
En una de las cuatro pequeñas salas vemos el famoso laboratorio donde los sacerdotes mezclaban el incienso para los rituales y donde están las fórmulas de las esencias y ungüentos egipcios que, más tarde, emplearían los franceses en la elaboración de los populares perfumes que se comercializan hoy en día.
Sala de ofrendas
Se trata de la primera antecámara que comunica con las terrazas por una escalera. Aquí los sacerdotes del templo dejaban las ofrendas a los dioses. Avanzando llegamos a la segunda antecámara que también cuenta con un pequeño patio para las ofrendas.
Santuario
Por último, llegamos al santuario del dios Horus y la parte más importante de Templo de Edfu. Tres aberturas cuadradas en el techo se encargan de iluminar la estancia donde se encontraba la estatua dorada de Horus sobre el santuario de granito que aún perdura y que se ha convertido en la reliquia más antigua del templo.
En la cámara del norte se muestra una réplica de la barca de madera en la que se sacaba en festivales y procesiones la estatua dorada de Horus. La barca original se puede visitar en el Museo del Louvre, en París.
Pasaje de la victoria
Nilómetro
Mammisi
El Mammisi o Casa de Nacimiento se ubica al oeste de la entrada del templo de Horus. Esta estructura era el lugar del Festival de la Coronación que se celebraban anualmente y en el que se representaba el nacimiento divino de Horus y el faraón reinante.
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