Una pista Finlandesa es un es un espacio por el que además de pasear a lo largo de su recorrido podremos encontrar puntos habilitados para realizar diferentes ejercicios físicos.
La pista Finlandesa ovetense, equipada con bancos, refugios y complementos deportivos, presenta un recorrido llano y muy cómodo de realizar para pasar un rato al aire libre disfrutando de la naturaleza y del paisaje, uno de sus puntos fuertes.
Un poco de historia
Caminar por la pista Finlandesa es hacerlo por un recorrido que atesora una historia de los más interesante antes de convertirse en lugar de ocio y disfrute.
Quizás resulte curioso saber que el Naranco estuvo vinculado a la actividad minera a partir del siglo XVII en el que se construyó un ferrocarril con el fin de transportar el mineral de hierro que se extraía de sus minas.
El tren minero, inaugurado el 1 de febrero de 1880 a instancia de la Fábrica de Mieres, discurría por la actual pista Finlandesa. Los vagones que inicialmente fueron tirados por mulas, experimentaron el que éstas fueron sustituidas más tarde por máquinas de vapor.
La producción de hierro se mantuvo hasta 1915 y hubo de pasar más de medio siglo para que, en la década de los 80, se inaugurara la senda peatonal conocida como "Pista Finlandesa". Esta fue construida en el antiguo Paseo de Valdeflora siguiendo el proyecto inicial de Eladio Chamorro y Marcos Fernández pero la idea inicial parte del médico y concejal socialista de Sanidad y Medio Ambiente, Ignacio Sánchez Posada. Este consideró que sería un buen lugar para mejorar la salud de los ovetenses y un espacio idóneo para la práctica del deporte.
La ruta
La caminata transcurre por la falda del Monte Naranco y lo largo de la misma podremos contemplar las maravillosas vistas de este monte, junto a las que nos ofrece la ciudad de Oviedo.
La entrada se realiza desde la Argañosa por la carretera de los Monumentos que es el acceso rodado al Monte Naranco. Tras recorrer un kilómetro aproximadamente llegaremos hasta la calle Pedro Caravia donde se inicia la Pista Finlandesa.
En diversos puntos de la senda se han instalado aparatos para la práctica de gimnasia y se trata de un trayecto cómodo por un ancho paseo.
Por su trazado vamos atravesando diferentes puntos de interés como la Fuente de San Esteban, de agua potable y un buen lugar de descanso.
Andando junto a robles, fresnos, chopos, abedules, hayas, sauces, espinos, sorbus, castaños o laureles, llegaremos en su primer tramo hasta el núcleo de Arneo, y un poco más adelante, la aldea de Fitoria donde últimamente han proliferado los chalés residenciales.
Cruzamos la carretera asfaltada que comunica con Fitoria y atravesamos un depósito de agua para continuar por la misma pista hasta dar con la conocida como Fuente del Sapu, del año 1500. Esta se encuentra bajo a moderna estructura de una pasarela metálica. Ascendiendo por los peldaños que la rodean podremos ver el manantial convertido en uno de los primeros depósitos de agua que abasteció a la Capital del Principado.
Desde aquí se llega hasta una estrecha carretera que llanea, donde termina la pista. Avanzamos unos metros más allá hasta que decidimos regresar por el mismo camino.
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