lunes, 22 de agosto de 2022

Menorca, día 6: Por el Parque Natural S´Albufera de Es Grau

El Parque Natural de la Albufera de Es Grau, punto clave de la Reserva de la Biosfera de Menorca, engloba la Albufera del Grao propiamente dicha, la isla de Colom y el cabo de Favarich. Zonas húmedas, terrenos agrícolas y ganaderos, bosques, un litoral con acantilados y playas, islotes y zona marina son testigos de la convivencia de los habitantes del lugar con la naturaleza desde tiempos inmemorables.


Para conocer mejor el parque natural tenemos la posibilidad de hacer tres recorridos diferentes:

  • Itinerario 1- Mirador Cala Llimpia (1.7 km - 40 min) que recorre la pare sudeste de la laguna,
  • Itinerario 2- mirador Santa Madrona (2.8 km - 1 h) que bordea la ribera suroeste de la albufera y permite observar las aves acuáticas ya que se encuentra muy próximo a la laguna. 
  • Itinerario 3- Sa Gola (2.2 km - 40 min) que recorre el canal del mismo nombre y la zona de dunas de la playa del Grao.

 

Faro de Favàritx


Una buena manera de terminar la visita a la Albufera  es llegar hasta el Faro de Favàritx donde sus abruptos acantilados, la escasa vegetación existente y las rocas de pizarra negra nos recuerdan un paisaje lunar.


El faro se levanta a pocos metros de la cantera cuyas rocas sirvieron para su construcción debido a los naufragios acaecidos en la primera década del siglo XX. Las obras comenzaron en julio de 1917 pero la falta de fondos y las protestas del antiguo propietario del terreno por no haber percibido el dinero de las tierras, paralizaron las obras y no se terminaron hasta 1922. La torre de 33 metros fue la primera de un faro construida íntegramente de hormigón en las Islas Baleares.

Es importante saber que no se permite llegar hasta el faro en coche particular. Hay un parking a 2 km del faro donde estacionar y después toca caminar. Otra forma de visitar el faro sería tomando un autobús lanzadera que sale  de Mahón.

 

Ermita de Fátima


De camino al Faro de Farvàritx, a nuestra derecha y muy cerca de Mahón, vimos asomar esta bonita ermita y no quisimos perder la oportunidad de verla de cerca cuando regresamos sobre nuestros pasos rumbo a la Albufera de Es Grau.

La Ermita de Nuestra Señora de Fátima fue construida en el año 1956 en lo alto de un pequeño cerro con la finalidad de que los campesinos que vivían en los alrededores no tuvieran que acudir a Mahón para acudir a la misa del domingo. Durante las décadas de los años sesenta y setenta, la ermita gozó de gran actividad.

La ermita se encuentra impecablemente conservada destacando en ella el rojo de la piedra roja de la zona que fue empleado para su construcción. Las esquinas, puertas y ventanas están reforzadas con piedra tallada.

Ruta: Mirador de Cala Llimpia


El inicio del itinerario se encuentra en el pequeño aparcamiento que hay a 400 m aproximadamente del centro de recepción, en dirección norte. 


El recorrido está señalizado y, poco después  del inicio, llegamos al Observatorio de aves Aguaitadme D´en Biel para terminar en el mirador de Sus Puntes que nos ofrece unas estupendas vistas: Punta de na Verda, al noreste; Cala Llimpia, al sureste y, la zona der Sa Gola, al noreste.

Playa de Es Grau


La playa de Es Grau es la playa más grande de parque natural de s´Albufera des Grau y es ideal para ir con niños ya que apenas cubre.

La playa se encuentra seccionada en dos por un pequeño saliente rocoso, la roca Dels Mabres, y su sistema dunar que se desarrolla a lo largo de toda la playa ejerce de barrera natural de l albufera Des Grau.


La barrera protectora frente al oleaje que supone la isla de Colom, ha convertido a Es Grau en uno de los lugares más idóneos para fondear en Menorca.

Poblado talaiótico de Talati de Dalt

Junto a la carretera general Maó-Ciutadella, encontramos este poblado, uno de los más emblemáticos de Menorca por su accesibilidad, proximidad a Mahón, peculiar taula y la paz que emana de sus alrededores.



Nada más entrar, tras pasar el punto de información general, nos encontramos con esta cisterna y bebedero para el ganado que data del siglo XIX. Dicha cisterna recoge varias toneladas de agua de lluvia cuando el terreno del entorno se encharca. Cuando el ganado pastaba en las parcelas vecinas era preciso llenar a diario las bebedoras. Este proceso se hacía sacando el agua de la cisterna con una cuerda y un cubo.


A continuación pasamos por dos cuevas naturales. Ambas posiblemente fueran utilizadas con fines funerarios aunque en distintas épocas.


Al noroeste, nos encontramos con un Talaiot con adornamientos y restos de un portal de acceso a la cámara interna que probablemente formaba parte del sistema defensivo del poblado.


Llegamos a la parte más singular y curiosa del poblado que es el Santuario y la taula de Talatí. Un accidente es la causa de la interesante inclinación de una pilastra del recinto que se apoya en el capitel de la taula sin llegar a caer.

Este recinto constituía un espacio sagrado en el que se encendían grandes hogueras y donde se celebraban comidas o sacrificios rituales, además de depositar ofrendas. Todo ello tenía como finalidad propiciar la fertilidad de la tierra y del ganado.

Más adelante tenemos una zona de casas talaióticas y recintos cubiertos donde en recientes excavaciones se han encontrado además de ánforas y vajillas púnicas y romanas, fragmentos de cerámica islámica.


Termina nuestra visita junto a la cámara hipóstila y casa talaiótica, un notable conjunto residencial integrado por diversas casas circulares.

Es Castell


Y para terminar el día, un paseo por Es Castell, el destino donde estuvimos alojados en nuestra primera visita a Menorca.

Aunque hay varios rincones de interés imprescindibles para ver, nos limitamos a recorrer la bocana del puerto de Mahón y la zona del hotel.


El Puerto de Cales Fonts es un antiguo muelle de pescadores que nos ofrece un bonito paisaje a orillas del mar donde algunas cuevas han sido transformadas en tiendas de souvenirs.


En la carretera podremos ver dos molinos: el molí de Santa Creu y el molí del camí de Maó o camí Vell que recientemente han sido reparados y pintados con productos resistentes a la intemperie.

En el primero de los molinos se encuentra actualmente la Oficina de Información Turística de Es Castell. Se trata de uno de los cinco molinos de viento harineros que llegó a tener la localidad y que se utilizaban para moler el grano de las cosechas. Hasta bien entrado el siglo XIX constituían un elemento de gran envergadura para la economía de Menorca.





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