Situado en la comarca de la Axarquía, al pie de las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, Canillas de Albaida es el típico pueblo pequeño de origen árabe situado sobre una pequeña colina a 576 metros sobre el nivel del mar.
Su seña de identidad es la inmaculada blancura de sus fachadas haciendo honor a su nombre Albaida que significa "blanca". También sus callejones estrechos y empinados harán bajar el ritmo de tus pasos al tiempo que el corazón se acelera.
Datos de interés
El origen de Canillas de Albaida se remonta al siglo XIII cuando una alquería árabe recibe el nombre de Albaida (blanca) por la abundancia de flores blancas que, según las crónicas, había en su entorno.
El callejón de Araceli apenas permite el paso de una persona debido a su exagerada estrechez.
Los trabajos artesanos realizados con esparto, son objetos que pueden comprarse en alguna de sus tiendas.
De Canillas de Albaida parten numerosas rutas de senderismo que nos permiten disfrutar el bello paisaje de la Axarquía, de colinas de olivares almendros, vides y frutos tropicales.
Rincones imperdibles
Iglesia de Nuestra Señora de la Expectación
Entre la calle Alta y la plaza del Rosario, en la misma plaza del Ayuntamiento, se encuentra esta iglesia construida entre los siglos XVI y XVII.
De su planta rectangular de aspecto macizo y sin apenas vanos, sobresale su gran torre de dos cuerpos que hace visible el templo desde diferentes puntos del pueblo. El interior está dividido en tres naves separadas por dos parejas de pilares cuadrangulares que corona, a modo de capitel, una madera simple. Cabe destacar el coro de estilo rococó, una escultura de la Virgen de los Dolores y una imagen de Cristo, obra en barro policromado del siglo XVII.
Ermita de Santa Ana
Tenemos que dirigirnos hasta la parte más alta de Canillas de Albaida par llegar hasta la Ermita de Santa Ana que gracias a su privilegiada ubicación ha servido como referencia y vigía en la defensa del lugar.
La referencia más antigua que se conoce del lugar, data de 1572 y se hace referencia a ella como "el castillo de la villa". Se trata de un edificio sencillo que se levanta sobre una sola planta y que, bajo su cobertura de cal actual, esconde los restos del estucado original.
Cuenta la leyenda que bajo esta ermita existe un túnel oculto que conduce hasta la cuenca del río y que en su día fue utilizado por la población árabe para recoger agua del mismo.
Frente a la ermita está el llano "el Allaná". Si nos fijamos bien, a unos veinte metros de altura aproximadamente podemos ver la señal de unas puertas marcadas en la roca y que la fantasía popular relata que fueron tapiadas.
Ermita de San AntónDescendemos ahora hasta la parte baja del pueblo para ver la Ermita de San Antón. Esta es bastante pequeña con una sola nave rectangular que se cierra en armadura de madera. Sobre su fachada frontal se dispone una pequeña hornacina en la que podemos ver la imagen del santo que le da nombre.
De su interior podemos destacar el retablo de madera policromada de estilo rococó de finales del siglo XVIII y la imagen de San Antón de la misma época.
El 20 de enero se celebra la festividad de San Antón, patrón del pueblo donde se mantiene la tradición de bendecir a los animales.
En este paraje nos encontramos con dos antiguas y serpenteantes calzadas romanas. Una de ellas desciende desde la parte baja del pueblo, mientras que la otra asciende hasta el paraje conocido como El Cerrillo. Ambas calzadas se unen a través del Puente Romano que salva el río Turvilla y que se encuentra casi oculto por la vegetación.
Aunque ha sido objeto de múltiples reformas, el puente se remonta a la época romana y ha sido catalogado como vía pecuaria. Este camino se tomaba antaño para llegar hasta Vélez-Málaga.
El paraje en el que se localiza la Fábrica de la Luz es considerado como uno de los mejores escaparates del Parque Natural de las sierras de Almijara, Tejeda y Alhama que tantas veces hemos nombrado a nuestro paso por la Axarquía.
Nadie diría viendo las instalaciones ruinosas de esta fábrica de 1915 que aquí se generaba la energía necesaria para el alumbrado de Canillas de Albaida y para el funcionamiento de un aserradero y almazara de la zona.
En 1945 la fábrica fue vendida a un banco hasta que la adquirió Sevillana quien la sostuvo en funcionamiento hasta 1966 con un mantenimiento permanente de 24 horas.
En la actualidad este es un espacio para el disfrute dotado de las instalaciones necesarias para ello como mesas y bancos, barbacoas y hasta una zona de acampada para la que es necesario pedir autorización con antelación.
Para comer
La gastronomía Canillas de Albaida cuenta con la ventaja de utilizar mayormente los productos locales que la tierra y el mar le proporciona. Gracias a ellos podremos degustar platos como:
Las tortillas de bacalao de Semana Santa empapadas en miel de caña
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