Si te digo que esta ciudad cuenta con uno de los mayores cascos históricos de España y su riqueza patrimonial y cultural la han llevado a ser la tercera ciudad del país por número de visitantes, igual no te doy muchas pistas. Pero si te digo que el río Guadalquivir la divide en dos, que sus calles huelen a azahar y que tiene un color especial, seguro que no necesitas que te hable del barrio de Triana, de la Torre del Oro o de la Giralda paRa saber que estamos en Sevilla.
Un poco de historia
Nunca sabremos con exactitud si fueron los fenicios o los tartesos los primeros pueblos en asentarse en la margen izquierda del Guadalquivir pero lo que sí sabemos con exactitud es que los romanos capitaneados por el general Escipión el Africano, en el 206 a. C. expulsan a los cartagineses y fundan Itálica.
Invadida por los musulmanes y saqueada por los vikingos no se incorporó a la Corona de Castilla hasta 1248, bajo el reinado de Fernando III.
Será tras el descubrimiento de América cuando Sevilla se convierte en el centro económico del imperio español cuando los Reyes Católicos fundan la Casa de Contratación donde se contrataban los viajes, controlaban las riquezas procedentes de América y se regulaban las relaciones con el Nuevo Mundo.
En el siglo XVI, Sevilla vive una época de esplendor que se verá reflejada en la construcción de algunos de los edificios más importantes del casco histórico.
El siglo XVII trae consigo el inicio de una época decadente agravada por la gran epidemia de peste que asoló la ciudad acabando con la vida de casi la mitad de su población.
La llegada del ferrocarril en la segunda mitad del siglo XIX vendrá a solucionar en parte las calamidades sufridas, revitalizando la ciudad cuyos límites se expanden hacia el este y sur de la misma.
Y ya en el siglo XX, sufrió la dura represión de la Guerra Civil, fue sede de la Exposición Universal de 1992 y elegida como capital de la autonomía andaluza.
Rincones imperdibles
Torre del Oro
En la margen izquierda del río Guadalquivir el primer edificio que nos da la bienvenida es esta torre de 36 metros y tres cuerpos que abarcan cinco siglos de construcción.
La Torre debe su nombre a los brillos que producen una mezcla de mortero de cal y paja prensada según se averigua durante unas obras de restauración, en 2005.
En su origen fue una atalaya defensiva que cerraba el paso al Arenal mediante un tramo de muralla que lo conectaba con su desconocida hermana, la Torre de la Plata, actualmente en evidente estado de abandono.
En el siglo XIV será el rey Pedro I de Castilla, "el Cruel", quien ordena construir el segundo tramo hasta que el ingeniero militar Sebastián Van Der Borcht decide añadir la cupulilla superior que le confiere el aspecto definitivo.
Catedral
La catedral de Santa María de la Sede de Sevilla es la catedral gótica cristiana más grande del mundo. Fue declarada por la Unesco en 1987 Bien de Valor Universal Excepcional. Su construcción se inicia en el año 1403 en el mismo espacio que ocupaba una antigua mezquita almohade conservando el gran alminar que conocemos como la Giralda.
De las 10 puertas con las que cuenta la catedral podemos decir que la Puerta de la Asunción es la principal. La más antigua y la única que se conserva de la antigua mezquita, es la Puerta del Perdón, la más transitada por los visitantes es la Puerta del Príncipe, en la Plaza del Triunfo y, rodeada de misterio y leyenda, está la Puerta del Lagarto.
Es difícil una vez en su interior describir cada uno de los espacios de este templo cuyo patrimonio artístico está repleto de obras maestras. Algunos puntos de interés son:
- El Retablo Mayor, el más grande de la cristiandad, preside el presbiterio de la Capilla Mayor. Está situado en la nave central, frente al coro, y en él más de 200 figuras de santos se reparten en sus 44 relieves. Un calvario gótico del siglo XIV corona todo el conjunto y el crucificado que lo preside es conocido como el Cristo del Millón, por el millón de gracias concedidas al pueblo de Sevilla en tiempos de epidemias.
- La tumba de Cristóbal Colón, cuyos restos fueron trasladados en 1898 desde La Habana, tras la independencia de Cuba. Se encuentra en la puerta de San Cristóbal y sostenida por cuatro figuras alegóricas que representan los cuatro reinos de España por aquel entonces: Castilla, León, Navarra y Aragón.
- Las cubiertas de la catedral. Una visita guiada que nos permitirá pasear por el techo de la catedral disfrutando de un emocionante trayecto desde otra perspectiva.
- El Patio de los Naranjos, herencia directa de su pasado como mezquita almohade.
- Las 79 vidrieras de la Catedral que corresponden al inicio de lo que se ha llamado "La Edad de Oro de la vidriera española"
La Giralda
Aunque forme parte de la catedral de Santa María de la Sede, mención aparte merece su torre campanario, todo un icono y una de las imágenes más famosas de Sevilla.
Dos cuerpos diferentes y correspondientes a distintas etapas pero perfectamente unidos forman esta torre que en su día llegó a ser la más alta del mundo.
La parte inferior es el alminar de la antigua mezquita mandado levantar por Abu Yaqub Yusuf. Su magnífico decorado exterior está formado por figuras romboidales siguiendo los modelos ornamentales musulmanes.
En el siglo XVI, fue el arquitecto Hernán Ruiz el encargado de añadir en estilo renacentista el actual cuerpo cristiano que es el campanario que remata la torre. En su cúspide, a 104 metros de altura podemos ver la escultura que representa el triunfo de la Fe y que popularmente se conoce como el Giraldillo, de 4 metros y que actúa como veleta.
Su interior es muy sencillo y carece de escaleras para acceder al campanario. Unas rampas de suave desnivel fueron diseñadas para que el imán de la mezquita pudiera llegar hasta él a caballo .
Plaza de San Francisco
En el centro de la zona antigua e histórica de la ciudad encontramos esta plaza cuya importancia en la historia de Sevilla se remonta al siglo XVI cuando se empiezan a desarrollar aquí los famosos Autos de Fe de la Inquisición.
En esta plaza se encuentran algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad como el Ayuntamiento, el Banco de España, la Casa de María Cháfer y el edificio Laredo, además de su emblemática Fuente de Mercurio.
Setas de Sevilla
En la plaza de la Encarnación llama poderosamente la atención el Metropol Parasol, también conocido como Setas de Sevilla. Se trata de una gigantesca estructura en forma de pérgola de madera y hormigón coronada por una terraza y un mirador. Inaugurado en el año 2011, se ha consolidado como uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.
Con el fin de llevar a cabo la rehabilitación de la plaza, el Ayuntamiento abrió un concurso cuyo ganador fue el arquitecto berlinés Jürgen Mayer. El diseño consistente en seis parasoles con forma de setas está inspirado en las bóvedas de la Catedral de Sevilla y, por su perfil fungiforme, los ciudadanos enseguida le bautizaron como "Las Setas".
Barrio de Santa Cruz
Pasear por el barrio de Santa Cruz es caminar por un entramado de callejuelas y recoletas plazas. Aquí siglos atrás estuvo afincada la antigua judería de Sevilla que en tiempos de Fernando III de Castilla llegó a ser la segunda comunidad judía más importante de España tras la de Toledo.
Su gran atractivo no se debe únicamente al colorido y alegría que emana, también el sur del barrio acoge a varios de los edificios más importantes de la ciudad, como son la Catedral, el Palacio Arzobispal, el Archivo de Indias y el Alcázar.
El Archivo de Indias
En el año 1785 se creó el Archivo General de Indias por deseo del rey Carlos III con la intención de centralizar la documentación relativa a los territorios españoles del otro lado del Atlántico.
El Archivo custodia gran número de piezas de incalculable valor histórico como el Tratado de Tordesillas o textos autobiográficos de Cristóbal Colón, Fernando de Magallanes, Vasco Núñez de Balboa, Hernán Cortés o Francisco Pizarro. Únicamente pueden verse en exposiciones temporales puntuales.
Plaza del Triunfo
El templete barroco del Triunfo de Nuestra Señora del Patrocinio es quien da nombre a esta plaza situada en pleno eje de un conjunto de edificios declarados Patrimonio de la Humanidad: el Archivo General d Indias, los Reales Alcázares y la Catedral de Sevilla.
Dicho templete ocupa el lugar donde los fieles escucharon la misa fuera del templo, tras el terremoto de Lisboa de 1755, que se sintió en varias localidades españolas. La historia narra que los asistentes a la liturgia salieron de la Catedral por miedo a un derrumbamiento aunque no se llegaron a producir daños materiales.
Cuenta una leyenda que la fuerza del seísmo fue tal que hizo que las campanas de la Giralda tocaran solas y se cayeran las bolas de acero que la adornaban.
También en esta plaza está la Casa de la Provincia, antiguo hospital del Rey, y el convento de la Encarnación por lo que constituye un especial atractivo turístico. En esta zona y sus alrededores tienen su lugar de parada y recogida los clásicos coches de caballo de Sevilla.
Ayuntamiento
El edificio que ocupa la Casa Consistorial de Sevilla constituye una de las muestras de arquitectura pleteresca más notable de Andalucía. Está situado en la Plaza de San Francisco, en pleno casco histórico de la ciudad.
La historia de este edificio surge unida a la figura del rey Carlos V y el interés de este por darle a Sevilla el rango de "gran ciudad" en pleno siglo XVI. En este siglo empieza la construcción de la primera fase por orden del monarca y, en el siglo XIX, tras el derribo del convento de San Francisco, se reforma reorientando su fachada a Plaza Nueva.
Real Alcázar
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el Real Alcázar de Sevilla es el palacio en uso más antiguo de Europa.
En la Alta Edad Media se inicia la construcción de este conjunto palaciego que continuó durante siglos convirtiéndose en fiel testigo de culturas y estilos arquitectónicos diferentes. Protegido por una muralla, el recinto del Alcázar está formado por diversos palacios y jardines.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el Real Alcázar de Sevilla es el palacio en uso más antiguo de Europa.
En la Alta Edad Media se inicia la construcción de este conjunto palaciego que continuó durante siglos convirtiéndose en fiel testigo de culturas y estilos arquitectónicos diferentes. Protegido por una muralla, el recinto del Alcázar está formado por diversos palacios y jardines.
¿Qué ver en el Alcázar de Sevilla?
- Palacio Gótico y patio del Crucero
- Palacio del rey don Pedro
- Casa de la Contratación
- Los jardines
- Palacio Gótico y patio del Crucero
- Palacio del rey don Pedro
- Casa de la Contratación
- Los jardines
Parque María Luisa
¿Quién no ha oído hablar del Parque de María Luisa?
Es sin duda el parque más famoso de Sevilla y uno de sus pulmones verdes; aunque en la actualidad es un parque público, no siempre ha sido así. En sus inicios este espacio eran jardines privados del Palacio de San Telmo que la infanta María Luisa Fernanda de Borbón donó a la ciudad en 1893.
Jean-Claude Nicolas Forestier renovó los jardines siguiendo el modelo de los ya existentes del Generalife, la Alhambra y los Alcázares de Sevilla pero dotando a estos de un toque romántico.
Con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, se abrieron las plazas de España y de América, dos de sus principales atractivos.
Plaza de España
Llegamos al final de nuestro paseo por Sevilla y nada mejor que hacerlo en una plaza de cine que rebosa grandiosidad e historia en cada uno de sus rincones.
Fue el rey Alfonso XIII quien, en el año 1914, colocaría la primera piedra de esta monumental plaza con motivo de la Expo Iberoamericana de 1929. Puede decirse que se trata de la obra cumbre del gran arquitecto sevillano Aníbal González. La forma semicircular de esta plaza-palacio única en el mundo, simboliza el abrazo de España a sus antiguos territorios americanos y su orientación al río Guadalquivir, el recorrido a seguir hacia América.
La fuente central es obra de Vicente Traver. Esta contiene un canal de 515 metros que, además de recorrer a bordo de una barca, también puede cruzarse por cualquiera de sus cuatro puentes. Cada uno de ellos representa los cuatro antiguos reinos de España: León, Castilla, Aragón y Navarra.
Algo que seguramente no podemos evitar cuantos visitamos de Plaza de España es buscar el banco que representa nuestra provincia entre los 50 que hay dispuestos en escrupuloso orden alfabético.
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