lunes, 11 de septiembre de 2023

Un paseo por Patones de arriba


Escondido en la ladera del barranco Cerro de Oliva, en el Valle del Jarama que hace de frontera natural entre la Comunidad de Madrid y Guadalajara, encontramos este pequeño pequeño reino. 

Fiel exponente de la "arquitectura negra" en él parece haberse detenido el tiempo y según cuentan algunas crónicas y leyendas incluso fue un territorio con monarquía propia.

CONTENIDOS DEL ARTÍCULO

Un poco de historia

Mapa del sitio

Cómo llegar a Patones de Arriba

Rincones bonitos de Patones de Arriba

Vídeo resumen 

Un poco de historia

Hace la friolera de treinta mil años, mucho antes de que la familia Patón se hiciera con este pequeño reino, la Cueva del Reguerillo ya era utilizada como hogar y refugio por hombres y mujeres de la época. 

El uso del Cerro de la Oliva como asentamiento continuó hasta que en el siglo XVI unos pastores llegados del vecino pueblo de Uceda formaron la pequeña alquería de los Patones. 

Fue tal el abandono que llegaron a sentir sus habitantes por parte de Uceda que dicha circunstancia les llevó a nombrar "su propio rey", o lo que es lo mismo, la figura de una especie de alcalde o juez de paz que administrara justicia entre los vecinos.

Fue en el año 1769, coincidiendo con el reinado de Carlos III, cuando Patones obtiene el título de aldea independiente de la Villa de Uceda y cuando probablemente desaparecería la figura del "rey". Poco tiempo después, a raíz de la Guerra de la Independencia, Patones pudo presumir de no haber sido ocupada por las tropas de Napoleón ya que la aldea permaneció oculta en su particular ubicación.

Llegado el siglo XX, de forma progresiva los habitantes de Patones fueron instalándose en el llano donde fundan un nuevo núcleo urbano, Patones de Abajo. Mientras, la antigua alquería quedaba relegada al más absoluto de los abandonos hasta que se instala allí el restaurante "El Rey de Patones" que consigue que poco a poco Patones vaya ganando visitas.

En la década de los noventa, Patones de Arriba fue declarado Bien de Interés Cultural comenzando así un efecto llamada que se traduciría en la reconstrucción de muchas de sus viviendas y la instalación de diversos locales de restauración.

Mapa del sitio

Cómo llegar a Patones de Arriba

Es importante saber antes de visitar Patones de Arriba que el acceso de vehículos está restringido a vecinos y residentes autorizados por el Ayuntamiento. Para quienes no tomen muy en serio la medida, cabe decir que a la entrada una cámara OCR controla la zona y  aquellos que entren sin la correspondiente autorización serán sancionados.

En Patones de Abajo hay un  aparcamiento  disuasorio habilitado donde estacionar el vehículo y se recomienda hacer el trayecto de 800 metros que separan las dos poblaciones por el Sendero Ecológico del Barranco.

Hay otra opción que dependiendo de la temporada en la que se visite Patones de Arriba también es viable. Se puede salvar en vehículo parte del recorrido. Tras recorrer 2.5 kilómetros de carretera estrecha y con curvas llegaremos a una explanada donde están los contenedores de la basura. Una vez allí es cuestión de suerte encontrar un espacio para dejar nuestro vehículo ya que no es muy grande.

Nosotros lo hicimos así debido al excesivo calor que desaconsejaba  la subida andando y no tuvimos problemas.

Rincones bonitos de Patones de Arriba

Nada más llegar, un cartel nos anuncia que disfrutaremos de un pueblo escondido entre montañas, de paisajes creados por el agua, de una antigua ciudad romana, de huertos regados por las aguas de un canal centenario, de numerosas infraestructuras hidráulicas, de rocas creadas en fondos marinos y de una sorprendente naturaleza.


En Patones hay que pasear despacio, sin prisa, recorrer el pueblo tratando de descubrir toéis y cada uno de sus rincones más escondidos. Nos encontramos en un espacio que constituye una auténtica joya de la arquitectura negra que conserva íntegramente íntegra su esencia rural.



A nuestro paso vamos contemplando esos muros tapizados por una vegetación que trepa a su antojo, zonas llenas de sombras en las que es imposible obtener una buena instantánea a pesar de la belleza del lugar, las casas y edificaciones con ese color oscuro tan característico de la pizarra.

Aquí conviven viviendas de una y dos plantas que corresponden a distintas etapas de construcción y cuyos materiales empleados han sido los propios de la zona: pizarra, madera, barro y piedra. Las edificaciones se encuentran perfectamente integradas en el entorno, de manera sostenible y respetando el paisaje  que las rodea desde siglos atrás.










Vídeo resumen

Desde aquí podrás acceder a ver una pequeña selección de algunos de los rincones de Patones de Arriba.




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